Eras de Picena







Enclavadas en el corazón de Picena, las Eras del Cristo y de la Virgen son testigos mudos de un pasado agrícola que marcó la vida de sus habitantes.
Estas antiguas eras, hoy reconvertidas en miradores naturales, nos ofrecen unas vistas panorámicas que quitan el aliento.
Estas antiguas eras, hoy reconvertidas en miradores naturales, nos ofrecen unas vistas panorámicas que quitan el aliento.
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En tiempos pasados, las eras eran espacios abiertos, generalmente circulares, donde se trillaban los cereales. Con la ayuda de animales como mulas o caballos, se separaba el grano de la paja, un proceso laborioso y fundamental para la subsistencia. Estos espacios, además de su función agrícola, eran puntos de encuentro y de intercambio para los vecinos, quienes aprovechaban estos momentos para compartir noticias y conocimientos.
Hoy en día, las eras de Picena han dejado atrás su función original y se han convertido en lugares idílicos para disfrutar de la tranquilidad y de la belleza del paisaje. Desde ellas, podemos contemplar los campos circundantes, los pueblos vecinos y, en los días claros, incluso divisar la línea del horizonte. Estas antiguas eras, restauradas y cuidadas, son un homenaje a las tradiciones agrícolas y un recordatorio de la importancia de preservar nuestro patrimonio cultural.